La noche de Valencia se mostraba acogedora, algunos autos todavía recorrían las calles y los transeúntes apuraban el paso para no llegar tarde a sus hogares. El autobús freno bajo la tenue luz del farol de la equina.
Un hombre, tal vez de unos 30 o 35 bajo saludando cortesmente al conductor, "bueno" dijo en vos baja "es hora de ver donde estoy", del morral gastado que llevaba saco un mapa un tanto arrugado y lo desplegó de manera algo torpe. "si doblo aquí y luego sigo derecho" mientras balbuceaba las indicaciones para si mismo guiaba la ruta con su dedo indice y alzaba la cabeza para buscar referencia.
Un rato después cuando ya creyó estar seguro del recorrido plegó el mapa y hecho a andar.
El cartel de neón le indico que había llegado con éxito "motel el 7 afortunado" sonrió, "espero que tenga razón voy a necesitar toda la suerte posible".
La campanilla de la puerta hizo el característico sonido - Que necesita- el hombre de la recepción lo increpo de forma hosca desde detrás de un vidrio blindex con pequeños orificios que servían como medio de comunicación.
- si fuera tan amable me gustaría rentar una habitación en este acogedor establecimiento-
El hombre del hotel dudo unos segundos y lo miro de arriba a abajo, a juzgar por el vidrio no era una zona muy segura y la ropa casi de vagabundo no ayudaba en lo mas mínimo.
- Tiene como pagar- escupió de mala gana
- Claro buen hombre, tengo pensado quedarme un tiempo en la ciudad, entiendo que este preocupado por mi aspecto es que no he tenido tiempo de asearme correctamente, pero mire como muestra de buena fe le dejare por adelantado la renta de todo el mes mas, aunque no estoy seguro se que en algunos lugares suelen pedirlo, el depósitos por si la locación sufre algún daño, ¿que le parece?-sonrió amablemente.
el hombre de la recepción se decidió a confiar en el extraño, el dinero es dinero y pocos pagan por adelantado -Firme aquí- deslizo el libro de registro por la ranura inferior.
"Firmar..." se dijo mientras pensaba un nombre adecuado, tomo la lapicera atada con un cordón y después de unos momentos anoto Misael con una escritura fluida y prolija.
-Aquí tiene buen hombre, mi nombre es Misael, sera un placer compartir mi estancia aquí con usted, por si necesito algo seria tan amable de decirme su nombre-
- emm....Manuel- soltó finalmente mientras buscaba la llave del cuarto - 2B y le recuerdo que después de las once de la noche se debe mantener silencio para no molestar al resto de los inquilinos-
-no se preocupe, lo recordare- tomando la llave Misael se dirigió al segundo piso.
El pasillo estaba oscuro y las condiciones de limpieza dejaban mucho que desear "dos B, aqui es" la llave giro con un chirrido y la puerta cedió.
La Habitación no era mas que un ambiente con una cama de una plaza en medio y un mueble al costado para guardar ropa, completaba el cuadro una mesita de luz y una cortina que se mecía por el viento que entraba por el vidrio roto "hogar dulce hogar" Misael volvió a sonreír y se tumbo en la cama.
Del morral saco un reloj despertador de esos baratos que se pueden adquirir en la calle "todavía tengo unas horas hasta las 3 de la mañana, 2:30 estara bien" moviendo la perilla de la alarma cayo en un profundo sueño.
El sonido estridente retumbo por la habitación " bueno ya es hora" se dijo, y de un salto se incorporo aunque no pudo evitar lanzar un gran bostezo antes de salir.
En la recepción Manuel había salido de detrás del cristal y se encontraba hablando con una joven en una pequeña mesa en el lateral.
- hija te dije que no quiero que vengas a estas horas, es peligroso- Manuel se mostraba muy paternal no había señales de esa actitud hosca que usaba para atender a los clientes.
-Lo se Papa es que me volví a pelear con el pero yo lo amo y no me entiende, necesitaba hablar con alguien-
-Disculpen, no quería interrumpir, buenas noches señorita, señor Manuel me gustaría cruzar algunas palabras con usted- Misael había bajado las escaleras y estaba en el umbral
- que necesitas- Manuel volvió a su pose de pocos amigos
Misael miro el reloj de pared 3 menos 10 de la mañana - Seria prudente que lleve a su hija a un lugar seguro y que de ser posible llame a la policía mientras se esconde-
La campana de la puerta sonó, dos hombres encapuchados entraron al lugar uno con una pistola y otro con un cuchillo.
"otra vez calcule mal el tiempo" se dijo Misael para si "ahora la situación se complico mas"
-¡Todos al piso!- exclamo el ladrón de la pistola
Tanto Misael como Manuel y su Hija se acuclillaron en el piso poniendo sus manos en la cabeza.
El ladrón del cuchillo tomo el dinero de la caja sin perder tiempo -ya tenemos todo, vamos-
- espera, que apuro tenemos, esta linda la nena no?, me parece que voy a tener una charla con ella en el baño-
-no espera vos no me dijiste eso, agarramos el dinero y nos vamos sin nada raro- el del cuchillo se notaba preocupado.
-Cállate hacedme el favor y déjame a mi- dijo el de la pistola
La situación se tenso, La cara de Manuel estaba desencajada entre el miedo y la ira de pensar que su hija podía ser violada y la chica estallo en lagrimas- no por favor no!- grito
-Me encantan las lloronas, dame 5 minutos y nos vamos-
Cuando el ladrón de la pistola se acerco, Manuel amago a enfrentarse al mal viviente pero Misael lo atajo del brazo y tomo la palabra.
-Buenas noches señores, mi nombre es Misael, se que la situación es complicada y ninguno de los dos tuvo una vida fácil pero comprendan que lo que están por hacer va mas allá de quitarle una posesión material a alguien, van a arruinar la vida y el futuro de una chica de 17 años, no manchen su alma de esa manera-
- Tiene razón, dale déjalos tranquilos, yo no quiero participar de eso- dijo el del cuchillo.
-de que estas hablando- dijo el de la pistola ignorando a su amigo dirigiéndose a Misael - me parece que necesitas una pequeña lección antes de que me encargue de la niña-
El ladrón inicio un golpe con la culata del arma dirigido a la cabeza de Misael, este con una velocidad prodigiosa no solo sujeto el brazo del arma si no que incorporándose sujeto el cuello del agresor.
Al ver esto el otro mal viviente inicio la huida pero ante la mirada severa de misael tropezó golpeándose la cabeza contra una silla.
Misael despego al sujeto del piso con poco esfuerzo -Los que no se arrepienten de sus pecados no merecen el perdón- dijo con vos firme - pero yo no soy quien para aplicar el castigo-
Aun sosteniendo al ladrón en el aire se acerco al otro - deja el dinero y largensen los dos, veo bondad en ti, si quieres puedes elegir cambiar tu vida- le dijo al cuchillo- en cuanto a tu hermano si no se arrepiente pronto alguien va a segar su vida y su alma no encontrara descanso, la decisión es de ustedes-.
Arrojo al ladrón y los dos salieron tambaleando del lugar.
- ¡Gracias, muchas gracias!- Manuel se debatía entre la angustia y la felicidad de ver a salvo a su hija -quédate todo el tiempo que quieras todo es gratis, lo que necesites-
Misael se acerco y los ayudo a ponerse de pie - si me necesito quedar mas tiempo del que mi dinero alcanse a pagar aceptare con gusto el ofrecimiento, cuide de su hija, por lo pronto necesito dormir mañana tengo horarios que cumplir esta ciudad esta mas agitada de lo que esperaba-
Tema: Misael 
Jue Ene 27, 2011 4:32 am
