Escena 2 - Ciudad de las ciencias y las artes

Me paro frente a Sofía y a la joven Muroth. Estoy vestida con una camisa blanca de ceda, un poco arrugada y con una inconfundible mancha de café en la manga izquierda y un pantalón de negro. Mi cara suele no mostrar mucha expresión, suele ser un poco rígida. Miro al nuevo miembro de mi clan de arriba a abajo, como si con la mirada atravesara su carne.

Pero no digo nada, se lo pesada que puede ser Sofía con sus protocolos. Dejare que ella cumpla con sus obsesivas formalidades.

Viendo a Melaniak frente a nosotras inicio la presentación -Melaniak, es un placer para mí presentarte a Muroth, la protegida del Sheriff de Tolouse Daniel Gray. Un amigo de gran confianza.- Mirando ahora a Muroth digo -Muroth, ella es Melaniak, la primogénita del clan Malkavian. Ahora si, con el debido respeto, me retiro.-Luego de esta última frase entro a caminar por el gran pasillo. Mis tacos resuenan en todo el edificio.

Sigo a Sofía con la mirada, casi como si tuviera desconfianza de que no se retirara.

-Entendido, igual me gustaría seguir conversando- comente con una sonrisa a Sofia cuando me hizo la oferta de verla después. La seguí de cerca al interior del edificio, era tan lindo, me gire mirando el edificio con una sonrisa, esa sonrisa infantil al descubrir algo nuevo, en el recorrido mire a una chica se nos acerco que me incomodo un poco como me miro tan fijamente, haciendo que abrazara un poco mas el estuche del violín.

-Un gusto en conocerla- la miro con una amplia sonrisa y tono amable, haciendo una ligera inclinación como muestra de respeto. Mire que la primogénita no me prestaba atención alguna mirando solamente a Sofia -si las paredes escuchan debería haber reuniones sin paredes entrometidas, ¿no lo cree?- pregunte con una sonrisa y cierto tono de curiosidad a Melaniak, aun miraba en dirección a Sofia, cerré los ojos escuchando como desaparecía poco a poco ese ruido de los tacos contra el suelo, siempre me ha parecido ridículamente hipnotizante.

Giro primero los ojos enfocando a Muroth y giro después la cara, sin ninguna expresión en particular -Bienvenida. Si, las paredes pueden resultar todo un problema. Es una buena idea, vamos a pasear a lo jardines. No tenemos mucho tiempo. Llegaste mas tarde de lo que esperaba ¿Se retrazó tu vuelo?

Empiezo a caminar hacia la salida que da a los jardines.

Después de las palabras de Melaniak, escuchas -Bueno, al menos sabe que existimos. Pensé que se iba a quedar viendo a Sofía el resto de la noche.

Junto al Museo de Ciencias Príncipe Felipe se hallan unos grandes jardines, muy bien cuidados, muy prolijos. Seguramente reluzcan más de día con el brillo del sol, pero aun de noche, con la luz artificial puede apreciarse el trabajo de los jardineros.



Muroth, tu vuelo llego a horario, a las tres de la mañana. En este momento son como las cuatro.

-Adelante- le indique con una sonrisa que la seguía -"mmm... ella actua muy fria... curioso"- comente a la voz en mi cabeza, recordé que Sofia había dicho algo de ella, supongo que es normal después de todo.

Camine a su lado -no, en realidad llego a tiempo- me reí en voz baja de manera un tanto nerviosa. Era verdad era algo tarde, pero no creí que eso fuese un problema, digo aun quedan un par de horas. Daniel no me hubiese enviado si sabía que el tiempo no alcanzaba, ¿no?.

Mire a Melaniak con curiosidad -me apreció curioso que pidiera una entrevista a solas antes de mi audiencia con el príncipe- mire los enormes jardines eran tan lindos, todo el lugar era hermoso, en ese justo momento supe que hice bien en ir a Valencia -que lugar tan lindo- murmure mirando los jardines, estaba realmente complacida de ver un lugar así.

Me gire observando a mi acompañante, ella era mas despreocupada en como se vestía a comparación de Sofia, aunque se miraba bien, en lo personal siempre he preferido lo sencillo, mire las luces del lugar, tan pequeñas, tan simples y aun así daban un toque tan encantador al jardín -el jardín de la reina de corazones no es tan lindo- pensé en voz alta.

Mi tono de voz es (a mi gusto) bastante normal, no es rápido ni eufórico pero tampoco lento o pausado -No creo que sea cosa rara pedir una entrevista privada. Soy el primogénito del clan Malcavian, en esta ciudad, todos los cainitas de nuestro clan son mi responsablildad. Tu estadía aquí depende también de mi consentimiento. Ese es el primer motivo por el cual quiero conocerte antes de dar mi aprobación.- Mientras hablo, la expresión de mi rostro no cambia. Un ojo atento reconocería que solo cargo aire en los pulmones para hablar, pero no quedan rastros de la costumbre de respirar. Sin mover el rostro, mis ojos se desvían rápidamente hacia un costado como si hubiera visto algo, pero sin perder tiempo ni cambiar el tono de mi voz continuo –Por otro lado, no he tenido la oportunidad de recibir una carta de tu sire, ni sé su linaje. Todo lo que sé es que tu sire es un tal Break y que tu estabas a cargo de tu mentor, un toreador.- A partir de este momento, mientras camino, giro la cara para ver directamente a los ojos de Muroth -Para colmo, la información no la recibí de tu mentor, sino de un Toreador de esta ciudad.- ahora, mi expresión si cambia, se vuelve mas sombría -Y como último agravante, ese Toreador era Sofía Casanova... eso me inspira cierta desconfianza.
Vuelvo a mirar hacia el frente –Sofía fue inteligente, tengo poco tiempo para conversar contigo. Ya casi es la hora de la presentación... me cuesta creer que haya tardado tanto en llegar hasta aquí usando su Lamborghini.- Una mueca burlona cruza mis labios.

Maldición, ¿En que estamos metidas? ¿Cual es el problema entre ellas? Dice la vos un tanto indignada.

-Comprendo, solo que nadie me informo que sería primero con usted mi entrevista, lo lamento- por alguna razón ella me ponía algo nervosa, tensa y me hacía sentir como una niña pequeña asustada del monstruo del armario, al menos así de boba me sentía por esa extraña mezcla de sentimientos encontrados. Es decir, nunca o casi nunca, socialice con otros del clan, soy Malkavian y me gusta serlo... pero, es extraño estar con otro del clan, no domino las disciplinas del mismo clan siquiera.

Sacudí mi cabeza apartando todos esos pensamientos, suspire pesadamente, eso ayudaba de vez en cuando a calmar los nervios. Lastima que todo se fue cuando ella me miro de manera tan sombría, sentí que estaba molesta por todo eso, creo que es normal, eres el encargado del clan debes cuidar quien llega -"¿Me esta reclamando que Sofia le aviso de mi llegada?"- pregunté a la voz en mi cabeza, me sorprendía un poco que actuase así.

-"no se"- respondí secamente a la voz -"pero no me agrada"- mire a Melaniak, baje la mira riendo en voz baja cubriendo ligeramente mi boca con una mano -lo lamento en verdad- la mire con una amplia sonrisa -lamento mucho todos los inconvenientes que mi llegada le ha dado, pero... mi mentor no la conocía, supongo que desconocía el poco agrado entre ambas, yo apenas conocí a la señorita Sofia hoy- me gire mirando el jardín nuevamente.

-no están extraño tardar tanto, si deseas usar el camino como interrogatorio- comente con tono despreocupado, la mire de reojo con una sonrisa de medio lado -le diré con sinceridad, que me alegra ser del clan que soy, a pesar de que mi sire no estuvo para guiarme - negué levemente con la cabeza -Daniel se hizo cargo de mi, me cuido y también lo agradezco, debo admitir que corrí con mucha suerte de que el me cuidara- creía en cada palabra que decía, si iba a darme o no su aprobación lo entendía, pero no en base a quien fue mi sire o porque esta molesta por lo de Sofia.

Coloque el estuche del violín en el suelo, me arrodille a un lado, deslice los seguros con sumo cuidado, abrí lentamente el estuche -no puedo decirle quien fue mi sire o su linaje, lo conocí tan poco que no lo se, dudo que mi mentor pueda... si desea saber quien soy lo entiendo, pero le diré lo mismo que a la señorita Sofia- sacando el violín y el arco, me coloque en pie mirándola -soy una violinista- sabía que muchos del clan llevaban cosas u objetos con ellos que no podían dejar, los usaran o no, quería que supiera que no era así conmigo.

Sonreí de manera amplia -la violinista de los sueños, proveniente del país de las maravillas y me siento orgullosa de serlo, este es mi mas preciado tesoro, es lo único que tengo y necesito- me reí en voz baja -y si cuento con su aprobación o no, no puedo hacer nada para cambiar su decisión, pero me gustaría una sola melodía, me dolería en el alma venir a este hermoso lugar y no poder haber sido yo- le sonreí al pedírselo, mi sonrisa era sincera al igual que mi petición, si ella estaba tan disgustada no sabía si me aprobaría o no, pero ya estaba ahí y quería probar mi suerte. Simplemente lleve el violín a mi hombro y toque.

OFF: sin dados, así que dejo una de mis canciones favoritas en violín.

Spoiler:

No la interrumpo, dejo que me muestre lo que me ofrece.

La melodía es hermosa y esta muy bien interpretada. En varios momentos mis ojos acompañan el movimiento de arco pero enfocados en la nada... o mejor dicho, enfocando cosas que nadie mas vería. Luego cierro los ojos para apreciar el sonido y el olor de la música. Mi cabeza y mis manos se ladean mientras mi cuerpo permanece rígido.

Una vez terminada la pieza, abro los ojos y sonrío. –Eso fue hermoso.- digo suavemente -Ahora se que realmente eres un Malkavian. Son muy pocas las interpretaciones de vástagos que tengan alguna chispa de vida, es algo que se pierde rápidamente, es algo que los condenados no pueden conservar. Tu corazón no esta vivo, pero arde la chispa de la locura en él, es algo que no se puede fingir, está ahí.- Mi mirada se hace tierna –eres una hermana.- regreso a mi expresión normal –Ya tendré tiempo de averiguar cuales son tus intenciones en esta ciudad y que papel jugaras, pero ya tienes mi invitación para instalarte ¿Sofía te dijo como es la ceremonia de presentación?

Cerré los ojos durante mi interpretación, e sentía especialmente de buen humor, o tal vez, solo tal vez quería sonreír, cada nota, cada acorde, cada una era solamente un juego, una melodía con la cual jugaba, la moldeaba y me divertía en el proceso, termine con una sonrisa de satisfacción por un segundo había viajado con cada nota. El sonido se perdió por completo, murió en el are tan rápido como fue creado.

Abrí los ojos y recordé donde estaba , hice una reverencia como agradecimiento a mi publico, mucho o poco, no importaba, me habían escuchado y lo agradecía. Sin mencionar que agradecía que mis nervios no me traicionaran en el proceso, había algo en tocar que jamás podría explicar, solo sentir -muchas gracias- era sincera, pocas ocasiones tocaba para los del clan, era bueno saber que agrada.

Nunca creí que solo una frase me hiciera tan feliz, me sentí iluminada con una sonrisa tonta en mi rostro cuando me dijo "hermana", nunca me había llamado así uno del clan -una vez escuche que cuando tocas estas revelando una parte de tu esencia- negué levemente con la cabeza al decirlo, tal vez sería una tontería pero... la creía.

-¿Papel?- repetí casi por inercia, eso de ser usada de peón no es algo que me agrade mucho, me arrodille de nuevo, colocando el violín en su estuche, colocando con el mismo cuidado y calma el arco. Deslice mis dedos por el violín casi en una caricia, era el objeto mas preciado que tenía y honrarlo gracias a la maldición Malkavian, no parecía tan malo en ocasiones. Sacudí mi cabeza, cerrando el estuche, me coloque de pie, tomando con una mano el violín y el otro sacudiendo mi pantalón.

Mire a Melaniak con algo de nerviosismo -no, no me explico nada así- comente algo avergonzada, bien no se como tomar que no me dijera eso -solo me dijo que no fuera... extravagante- me encogí de hombros al decirlo, que rápido había pasado de feliz y tranquila a nerviosa y... si, solo nerviosa -¿hay algo especial que deba hacer?.

-"Que no seas extravagante"- mascullo para mi misma. -La ceremonia consiste en tu presentación formal, tienes que decir quien eres, tu clan y tu linaje. Si no lo sabes, solo el nombre de tu sire. Di el nombre y cargo de tu mentor que parece ser una figura importante. Luego se te preguntara por que viniste a esta ciudad y cuales son tus intenciones. Luego te preguntaran por las tradiciones. Lo que sigue es que te explique las reglas, pida mi aprobación y te pida que jures respetar su autoridad.- Muestro un poco de curiosidad -¿Sofía fue mas explicita o solo dijo extravagante?-

Parece que a Melaniak no le agrado que Sofia me dijera eso. La escuche atentamente, parecía todo un protocolo muy complicado, sabía todas las respuestas, pero me pone nerviosa, además el único príncipe que conozco no es tan agradable a mi vista. Puede que haya tocado en alguna ocasión con él presente, pero siempre tenía ese cierto...¿miedo?. No fue tan lindo cuando lo conocí eso tal vez influya. Pero cualquiera que pueda hacer rodar tu cabeza cual reina de corazones es de temer.

Asentí ante las indicaciones de mi primogénita -"Nervios, tu eres mejor con los príncipes"- comenté a la voz en mi cabeza. Mire a Melaniak ladeando la cabeza, su pregunta era algo interesante, me tome un momento para pensarlo -me dijo que tenía que conservar las apariencias, que era muy importante para relacionarse con otros vástagos, me dijo que- me tome un momento tratando de recordar sus palabras -no mostrar nuestra naturaleza en el Eliseo... y no dar alarde de actitudes excéntricas, aparte de las reglas de todos los Eliseos: no peleas, no disciplinas- sonreí, en realidad creo que era todo -me pidió que actuara "normal", básicamente, aunque- me acerque a ella susurrando -al señor violín no le agradó- me separe le sonreí y coloque mi dedo indice en mis labios -shhh... le dije que era normal con los extraños, pero no lo es- me encogí de hombros mirándola -suelo llevarme entre Toreador y el señor violín casi nunca tiene quejas.

-Se ve que el señor violín tiene buen olfato para los de la estirpe.- Dejo aparecer una sonrisa en mi rostro.
-Ya tenemos que volver a entrar, sino, se nos hará tarde y nos acusaran de conspirar contra el príncipe. - Inicio la marcha en dirección a la entrada del Museo de Ciencias.-¿Recuerdas cuales son las seis tradiciones de Caín? estoy segura de que el príncipe te lo preguntara.

-creo que sí-sonreí mirándola -"¿Escuchaste?, tienes buen olfato para identificar vastagos"- comente con una ligera risa a la voz en mi cabeza. No entendí bien esa pregunta -no pensé que nos podrían acusar de conspiración por demorar en una platica- comente con una pequeña risa nerviosa, mientras la seguía -"no quiero hablar con el príncipe, no quiero, no quiero"- hice un puchero mental ala voz en mi cabeza, la idea d un príncipe así no me agradaba.

Ladee la cabeza mirando a Melaniak, asintiendo con una sonrisa -sipi- levante mi dedo indice a la altura de mi rostro -las tradiciones de la mascarada, fue de las primeras cosas que me enseño Daniel, secreto, dominio, chiquillos, responsabilidad sobre ellos, hospitalidad y destrucción- sonreí ladeando la cabeza -aunque se que deberé detallarlos al príncipe, ¿no?- pregunte nerviosa, me estoy empezando a sentir muy insegura.

-Muy bien. Si, tendrás que explayarte un poco más. Con un par de líneas por cada una bastara, podrías decir que la tradición de la mascarada dicta no revelar nuestra verdadera naturaleza a los que no sean de la sangre. De transgredir esta norma, se renuncia a los derechos de sangre. O que la tradición de la eliminación prohíbe destruir a otros de nuestra especie. El derecho de inmolación corresponde solo a los antiguos, solo ellos pueden declarar cazas de sangre.- Camino derecho hacia el Museo -Con eso será mas que suficiente. Si quieres preguntar algo, este es un buen momento.

Seguía caminando al lado de Melaniak -"porque..porque, te va mejor que a mi con esos tipos"- reclame ala voz en mi cabeza, yo no quería hablar con el, mala experiencia, mala muy mala, frote con una mano mi cuello recordando eso -"Si nos cortan la cabeza te haré directamente culpable"- le grite mentalmente a la voz, no me gustaba la idea -"ya se, ya se, Daniel no quería, pero sabes lo lindo y tentador que es hacer caer al Sheriff por medio de su protegida Malkavian, ¿no?"-

Escuche atentamente las palabras de Melaniak, conocía a la perfección las lineas de cada tradición, solo que recitarlas completas me daba pereza y no había suficiente tiempo, me reí algo nerviosa ante tu ultimo comentario -el príncipe... ¿como es?, pocos son pacientes o amables con los del clan- lo ultimo lo dije en casi un susurro mientras miraba el estuche de violín colgando en mis manos -los príncipes me dan miedo.

-El es… joven. Muy joven para los vampiros que maneja. El primogénito de los Nosferatu, el Tremere o yo misma, estamos instalados en esta ciudad mucho antes de que nazca Vandor, el príncipe. Supongo eso le juega en contra, hace tambalear su autoestima y por eso busca enemigos donde no los hay.- Le muestro una sonrisa a mi acompañante. –Por otro lado, no es una persona con la que se puede jugar ni hacer bromas. Es serio en lo que hace y exige seriedad. Escuche que es severo con las transgresiones, en un par de oportunidades él y el Sheriff usaron a un par de jóvenes revoltosos de ejemplo los demás. Pero no tienes de que preocuparte, las aguas no están tan agitadas como para que necesiten recurrir a eso. A demás, eres la protegida de un Sheriff, eso te garantiza que no matara esta noche… a menos que le des un buen motivo. Solo responde a sus preguntas, y jura cuando…- Conversando no me di cuenta que ya estábamos tan cerca de los ventanales del Museo. Cuando salimos de entre las ligustrinas abro los ojos mientras se desfigura mi expresión y giro rápidamente la cara hacia el suelo. Me quedo inmóvil un instante, con la piel de gallina. Luego mi expresión vuelve a ser la de antes pero me quedo mirando al piso. Sigo caminando hacia el Museo como si no ocurriera nada, reanudado la explicación pero con la cabeza gacha –…cuando te pida que jures. Luego, nos veremos cuando puedas, suelo estar en un pequeño café que queda en el territorio de nuestro clan. Busca la clínica psiquiatrita San Onofre y luego un café por ahí que este abierto las 24 horas.

-"No se si puedas arreglar algo si me meto en líos... si yo muero te vas conmigo"- la verdad estaba nerviosa, la voz tampoco parecía muy segura de si, jamás lo estamos, aun así sobrevivimos... apenas.

Escuche las palabras de Melaniak, no era reconfortante saber que alguien buscaba excusas para causarte de conspiración, un príncipe paranoico al parecer, nada lindo, si me preguntan. Tomando nota, no jugar bromas, el chiste de "¿Cuales son las tradiciones?", "¿Tenemos?", esta descartado. No me agrada tener que ser seria, pero dado como pintaba ser el príncipe no quedaba mas.

Suspire pesadamente, cuando dijo lo de Daniel -esta noche- repetí casi por inercia, no me agrada cuando dicen algo y el "aun" después. Mire algo extraña a Melaniak, actúo de una manera un tan extraña, parecía algo perturbada, pero sigo avanzando antes de que pudiese decirle algo, la mire un tanto preocupada. Sacudí mi cabeza y seguí caminando.

-"no seas así"- objete a los voz en mi cabeza -"es Malkavian, igual que yo, no sabemos que haya visto que la afecto así, no creo que sea una primogénita y sea como Break"- al menos quería creer en esa ultima parte, los de nuestro clan lidiamos con cosas que otros no entenderían.