Escena 3 - La Presentación

Sonrío en forma siniestra. –Esas palabras no son suficiente. Tu compromiso será en forma de juramento formal. Escucha con atención. Como te indiqué, tu clan tiene asignada un área de la ciudad. Tu refugio deberá estar ubicado en esa área así como tu rebaño. Será castigado tu alojamiento o alimentación en áreas que no sean las que ofrezco a tu clan, estén o no asignadas a otro vástago. También debes entender que esta prohibido asesinar al ganado.
Cierro un instante los ojos repasando mentalmente mis palabras. Hay mas cosas que debe saber pero ya no es mi responsabilidad advertirlas.
-Has escuchado y comprendido las leyes de Valencia. Ahora, para finalizar esta ceremonia debes jurar respetarlas y lealtad a mi autoridad y a la camarilla.
¿Muroth Brunetti, Malkavian chiquilla de Break estas dispuesta a jurarlo?- Mi vos suena con potencia al sentenciar esta ultima frase y se dibuja una leve muesca en mi mejilla, como una insinuación de una sonrisa.

Esa sonrisa en verdad no me agrado, me hizo sentir tensa, hice una pequeña mueca cuando dijo que no era suficiente, sentía que estaba entrando en un extraño y peculiar juego, que la verdad me parecía mucho para mi.

Lo mire algo incrédula, eso no lo sabía, maldición ni siquiera se donde es el territorio Malkavian, que zona o que, no se donde me consiguió Daniel refugio, ¿y si el refugio esta la zona Toreador?, oh esto no lo esperaba. -"¿Que le pasa a este sujeto?, una zona específica, ni porque sea invitada de otro vástago, no me agrada esto, son demasiadas limitantes"- entrecerré los ojos tomando con fuerza el estuche de mi violín, me sentía frustrada y molesta, esa actitud en verdad me estaba haciendo pensar que mi estadía sería un problema en esta ciudad, sino fuera porque el tiempo no me alcanza, me doy media vuelta y regreso a casa. -"Hora de jugar"- canturree a la voz en mi cabeza. Me había contenido mucho y no tenía animos de ser "normal" con alguien como el, por mas príncipe que fuera, si le teme a los Malkavians bien actuar normal no me ayudara, igual me tratara de bajo nivel.

Me reí en voz baja ante la pregunta del príncipe "valiente", para después, cosa poco habitual en mi, reírme a carcajadas tan divertida de la vida, suspire calmándome mirándolo -oh su majestad- comente con un tono despreocupado y alegre, el ya me había molestado, mucho a decir verdad -no entiendo porque tantas limitantes, pero si a vuestra majestad le complace un juramento, Yo- levante mi mano derecha a la altura del rostro -Muroth Brunetti miembro del clan Malkavian, chiquilla de Break, prometo cumplir las tradiciones, respetar su autoridad- veamos si lo respeto a usted, podría cortarme la cabeza de quererlo, pero el respeto se gana no se impone -respetar la Camarilla, exactamente igual a como lo he venido haciendo desde mi primera noche o segunda- me encogí de hombros mirándolo -mi sentido del tiempo no es tan bueno en esas primeras noches o lo fue... depende la perspectiva, odio perder días o noches, todo es taaaannnn relativo- comenté mientras colocaba el dedo indice en mi mentón mirando al techo, en una pose pensativa, sacudí mi cabeza y lo miré de nuevo con una sonrisa -y a decir verdad no tengo rebaño y no tengo intenciones de matar humanos, ¿Que loco mata su fuente de alimento?- pregunte en tono infantil, como si verdad no comprendiera esa idea. Claro que sabía que clase de locos, pero yo no era de esos.

-Oh es verdad ¿Podre tocar mi violín en cualquier parte de su ciudad o solo en la zona Malkavian?- comenté con innata curiosidad, era algo que en verdad quería saber -aunque... aun no se cual es la zona Malkavian- me reí de nuevo -estoy en una zona que no conozco- mire al príncipe con una sonrisa divertida -¿no es irónico?, mmm... ¿debería decir hilarante?, si, ¡Hilarante!- lo decía todo con una alegría -no,no, no... espere es otra cosa, otra cosa- me quede pensándolo un instante -peligroso- sonreí de manera amplia ante mi descubrimiento -peligroso no saber a que zona estas atorado, la ignorancia no es perdonada, pues el pecado ahí esta, peligroso no saber porque hay tantos limites, peligroso... mmm... así le dicen al clan- comente lo ultimo mas para mi que para otros. Lo mire como si supiera algo de él, que incluso el no supiera -Vine del país de las maravillas, me pesaría no poder tocar al señor violín por TODA la ciudad- comenté con aire infantil y un pequeño puchero.

-"Sabes, creo que acabo de hacer que nos corten la cabeza"- comente la voz en mi cabeza entre risas, si el es un paranoico yo soy una loca, por algo actúa así conmigo, pues actuare a mi normalidad y no a la de ellos. Odio que me discriminen, suelo soportarlo, pero actuando como lo que soy.

-JA- río y doy dos aplausos mientras Mueoth pronuncia tan magníficas palabras.

Se que no debo, pero no puedo evitar sonreír ante las palabras de Muroth.
-Todo a su tiempo joven.- digo con seguridad. –No seré yo quien te indique cual es tu zona ni cuales son todas tus responsabilidades. El primogénito de tu clan se hará responsable de eso.
-Yo, a cambio de tu juramento te doy derecho a instalarte en esta ciudad como vampiro de pleno derecho. Solamente consideré justo advertirte que significaba tu juramento.- mis ojos se desvían hacia el techo un segundo y vuelvo a miarla aunque no tan ceremonioso como antes –Por otro lado, no puedo garantizar que puedas usar tu violín en cualquier lugar, si perturba a un primogénito en su zona deberlas respetar su censura.- en seguida, mi rostro vuelve a tener la misma seriedad que antes.
Finalizando con la ceremonia –Entonces, Muroth Brunetti, yo Vandor Beracht, príncipe de la ciudad; con el Sheriff, el primogénito del clan Malcavian y el del clan Tereador de testigos, te declaro un vástago de pleno derecho.- espero un segundo -Ahora, ya poco falta para el amanecer. Si tienes algo que agregar hazlo, sino, todos- digo mirando a los presentes -pueden retirarse.

Me volteo y miro fijamente a Melaniak, tratando que note que la observo con cara de desaprobacion por lo que acaba de hacer.

-"No, parece que no y no me quejo"- comente a la voz en mi cabeza, hice un inclinación ante el príncipe -es un honor ser considerada un miembro mas en su ciudad- me levante con una sonrisa, su ultima pregunta, me dejo una pequeña duda.

Mordí mi labio inferior mirándolo -yo prometo si mi violín molesta a alguien parar... pero, no puedo con mis dibujos- suspire pesadamente bajando la mirada a mi violín -yo... bueno mi mentor los llama trances, supongo que así es como deben ser llamados- miro al príncipe -no deseo problemas, cuando fui convertida se me dieron dos regalos o dones, el primero fue tocar el violín como lo hago ahora- negué levemente con la cabeza -pero todos los hijos de Malkavian cargamos con algo, yo dibujo en esos trances, no recuerdo nada, solo estoy en un momento y al siguiente tengo el brazo adolorido y sed, no mucha, no es peligroso, mi mentor siempre tenía esas bolsas de sangre para mi, jamás he bebido de un humano- creo conveniente aclarar eso -"Antes de que digas algo, el primer humano no cuenta, no lo recuerdo"- intervine a la voz en mi cabeza -porque por mas cuerda que sea, mi mentor temía fuese de los Malkavians que contagian la locura con su mordida- aclare ese pequeño punto -el problema es que mis dibujos podría hacerlos en lugares ... indebidos- me reí un poco nerviosa -mis dibujos... son... ¿como explicarlo?- me tome un momento - emmm... ¿visiones del futuro?, en mas de una ocasiones ayudaron a mi mentor en mas de uno de sus casos- no todos se creen a la primera que dibujas el futuro, hasta que lo ven.

-si entro en un trance, espero sepa que no era mi intención incomodar a quien este cerca de mi en ese momento... o a quien salga en dicho dibujo- me encogí de hombros de mirándolo a los invitados y luego al príncipe -suena como si estuviera loca, lo se- sonreí haciendo una teatral reverencia -su majestad, gracias- me levante sonriéndole -no le quito mas su tiempo- comente con voz amable, esperando la retirada de todos, aun tenía que esperar a Sofia, ella tenía mis cosas, y deberé hablar con Melaniak otra noche.

Me muestro pensativo mientras la joven me explica su situación, realmente me tomo en serio sus palabras como algo que la aflige. Sin mi mascara de seriedad, le comento –Joven Muroth, no te persigas con problemas que aun no has causado,- en tono jocoso comento –ese no es tu trabajo.- Miro al Sheriff solo un instante. –Ya veremos como te adaptas a la ciudad. Pero mientras que no andes por ahí violando la mascarada no creo que tengas mayores problemas en pintar o tocar.
Me quedo callado, parado sobre el escenario esperando a que todos se retiren del salón.

Me aproxima a Fendar –me temo que hoy tampoco podremos dedicarnos un poco de tiempo, aun tengo que cumplir con algunas responsabilidades hacia Muroth. Pero fue un placer haberte visto.

Me acerco a las escaleras del escenario para se la primera en cruzar unas palabras con Muroth cuando baje.
En cuanto la tenga cerca le comento en voz baja –Felicitaciones violinista de los sueños, no olvides visitarme cuando puedas.- me acerco a su oreja y en un suave susurro digo –¿Sabes?… siempre pensé que los jardines de la reina de corazones eran más… o menos forzados y artificiales.- vuelvo a tomar mi distancia normal y la saludo –Algún día me dirás como se ven y huelen. Ten cuidado, esta ciudad puede ser mas peligrosa de lo que parece.

Sonreí de manera amplia ante las palabras del príncipe, asintiendo -entendido- me reí en voz baja mirándolo -no lo haré- me retire haciendo una ligera inclinación, para darme la vuelta y bajar por las escaleras -"lo se"- comente a la voz en mi cabeza -"Daniel no nos comento nada de la zona exclusiva, mmm... pero de ahora en adelante debo medir mas mis palabras, tal vez el príncipe no sea tan malo, énfasis en tan y tal vez"- había salido viva esta noche, pero nada aseguraba que no me pasaría algo, esta ciudad parece mas enigmática de lo que creí en un inicio.

Mire a Melaniak debajo de las escaleras, le sonreí recordando los aplausos que dedico a mis palabras -gracias- hice un ligera inclinación con la cabeza como agradecimiento -planeo hacerlo pronto- comente con tono amable, me extraño un poco cuando se acerco a mi, reí en voz baja ante su comentario -lo he descubierto esta noche- comente en voz baja -platicare con usted próximamente, deseo estar al tanto de las reglas que debo cumplir y no fueron plenamente dichas- le guiñe un ojo en un gesto de complicidad. Esta ciudad sería, al parecer, mas interesante de lo que pensé en un inicio.

-"¿Que opinas?"- cuestione a la voz en mi cabeza -"parece que nuestra estadía sera entretenida... entretenidamente peligrosa"- me reí mentalmente después de ese comentario.

-Lo siento Sofia ya habra oportunidad. subo al escenario a cruzar unas palabras con el principe.

Luego de saludar a Muroth, doy media vuelta y me voy del auditorio.

Me acerco a Muroth y le digo con tono tranquilo -queda poco tiempo hasta el amanecer, ¿estás lista para que te lleve a tu refugio?

Me despedí de Melaniak, asentí por inercia al comentario de la voz en mi cabeza -"lo se, deberiamos ir con Melaniak mañana y ver porque tantas reglas"- llamo mi atención por un segundo que el Sheriff se acercara al Príncipe, pero no pude prestar demasiada atención. -Si- comente con una sonrisa a Sofia, para irnos -"no me agradan tantas reglas, tendremos que tener mucho cuidado con eso y con los vástagos, no podemos fiarnos de nadie al parecer"-.

Hago una reverencia al Príncipe y al Sheriff y me retiro de la habitación caminando tranquilamente.

Respondo la reverencia de Sofia. Miro a Vandor nuevamente y le digo: -Vandor necesito tratar algunos asuntos sobre el otro incoveniente.

-¿Tienes novedades? vamos a la oficina.- luego de cruzar estas palabras con Fendar me dirijo a la puerta que esta en el escenario.

No entendía algunas cosas, pero me apresure a seguir a Sofia, caminando detrás de ella -"no se, pero que haya dicho otro... ¿seremos un inconveniente?"- suspire, tal vez solo me hacía falsas ideas, es decir no era posible que fuera yo un inconveniente si apenas llegaba, ¿o si?. En este momento no se bien que creer, tenía que hablar con Melaniak mañana sin falta.

Me acerque mas a Sofia sonriéndole mientras caminaba a su lado -gracias por llevarme- comente en tono amable mirando el camino.