Escena 4 - Hacia el refugio

Tercer C, lo cual parece bien, el señor parece amable, le sonreí de manera amable en respuesta -gracias- dije mientras acercaba las maletas al ascensor. Subiendo a el -disculpe- dije con tono cordial -¿Es un buen lugar para mudarse?.

Miro al señor un tanto extrañada ante esa peculiar mueca en su rostro. Me reí en voz baja ante su respuesta -comprendo- afirme amable con una sonrisa. Asentí ante su invitación y subí con el al ascensor, dedicándome a escucharlo con atención.

-Oh vaya, eso suena peligroso, me alegra que este solucionado- comente con tono neutral, no quería hacer notar mucho interés en ese "detalle". Al menos la cabeza en mi voz parecía mas alegre después de todo en esta noche era agradable, me reí en voz baja sin querer por su último comentario. Claro que reír sola no parece bueno -me siento feliz de estar en un lugar seguro- comente como si nada pasara, mirándolo con una sonrisa complice -lo que pasa es que llegare en las noches, mi trabajo es en el turno nocturno- suspire -pensé que sería complicado encontrar un buen lugar- comente con una amplia sonrisa a mi interlocutor.

-Oh es verdad, aún no he dejado que se presente señor, hace un momento menciono unos chicos, espero mis vecinos sean agradables- le sonreí amablemente al decir eso último.

Al subir al ascensor y con ayuda del señor yo me dedique a cargar solamente mi violín. Le sonreí mientras escuchaba toda la platica -los niños siempre dan vida a todo lugar- comente alegre, al menos así lo creía yo. Eso de la señora mal humorada no me agrado tanto y la mascota menos.

Suspire negando levemente -he escuchado antes eso, por alguna razón desde pequeña los bebes y los animales no me quieren, hasta el re manso labrador de mi primo me mordió la pierna apenas tuvo oportunidad- me reí en voz baja al decir eso -sangre pesada dice mi madre- me encogí de hombros al decir eso ultimo restándole importancia.

Baje ante su invitación, era bastante agradable charlar con él, parecía alguien sincero, hasta la voz en mi cabeza parecía de mejor humor desde que el apareció -ya veo, vecinos informados- me reí, conocía ese tipo de personas. Mire la puerta que el hombre señalaba con una amplia sonrisa, mire las llaves en una de mis manos. Me gire con él -muchas gracias...¿Señor?... lo siento, no se su nombre- le sonreí algo nerviosa.

No pude evitar reír en voz baja ante su reacción -descuide no tengo problema- hice una ligera inclinación con la cabeza -un gusto en conocerlo señor Anastacio, mi nombre es Muroth- comente con una amplia sonrisa -agradezco enormemente su ayuda, tuve un viaje cansado esta noche para poder llegar aquí- hice un ademán con la mano restandole importancia, en realidad tenía que hablar aun con Daniel, me dijo que le llamara cuando todo estuviera bien, es un preocupado de lo peor. Aunque con mi demostración de esta noche... espero que el horario me ayude a hablar con la contestadora.

Mire al señor Anastacio, sonreí y abrí la puerta. Tomando las maletas y el estuche de mi violín para poder entrar.

Abrí la puerta y me gire sonriendo al señor -Gracias, igualmente señor Anastacio espero verlo mañana- bostece cubriendo con la mano mi boca. Me reí en voz baja ante su comentario, recargue la espalda en el marco de la puerta y asentí -soy de Toulose- comente mientras inclinaba un poco la cabeza -mi nombre no es tan común, en algunas partes es apellido- no se, pero platicar con él era ameno. Aunque si salia el sol hablando con él tendría un problema. Bostece de nuevo cubriendo mi boca con una mano y estirando la otra, sonriéndole después a mi interlocutor.

Sonreí de manera amplia ante su comentario, parecía en verdad orgulloso de su cargo. No se el señor me agrado en verdad, pero aun tenía el problema del tiempo -muchas gracias- comente haciendo una ligera inclinación con la cabeza, coloque las maletas a un lado de la puerta, lo mire con una amplia sonrisa -saber eso me hace sentir mejor- comente con tono amable -muchas gracias por todo nuevamente- bostece de nuevo y sonreí creo que sino entro me dormiré de pie- me reí en voz baja, hice una ligera inclinación -buenas noches, será un placer hablar con usted con mas tiempo y menos sueño, buenas noches- le guiñe un ojo con una sonrisa cómplice, cerré la puerta, recargándome en ella apenas lo hice cerrando con seguro. Un ligero suspiro escapo de mi, eso de bostezar es un buen truco, casi siempre. -"Espero no se haya tomado a mal que terminara así la conversación"- comenté a la voz ne mi cabeza.

Me separe de la puerta podría acomodar las maletas después tome el estuche del violín entre mis manos y entre, tenía que buscar mi habitación y ver que tuviera las condiciones necesarias para pasar el día.

Sonreí en voz baja cuando lo escuche alejarse -"¿Hablo en plural?"- pregunte intrigada por su ultimo comentario mientras se alejaba. Negué ligeramente con la cabeza sacando esas ideas de mi cabeza.

Me dedique a pasear por el departamento, no era tan grande como la casa de Daniel, pero me gustaba mas lo pequeño y acogedor. Desde mi vida mortal con mis padres esa era la mejor casa, que olía a hogar.

Revise las cortinas y las persianas, este lugar era perfecto, en muchos sentido. Mi sonrisa se amplio al ver los atriles -Daniel se lucio- me reí en voz baja colocando el violín en su lugar, no pintaba desde entonces y cuando lo hago en esos trances. Siempre es bueno tener lo necesario para esos momentos y no terminar con un nuevo decorado en el suelo o en las paredes.

Mire con curiosidad la caja sobre la mesa, tenía el nombre de Daniel en remitente -"oh sorpresa, ¿Que crees que sea?"- pregunte a la voz en mi cabeza, mientras miraba los bordes para abrir el paquete -"recuérdame hablarle a Daniel".

Me reí ante el comentario de mi voz -"Claro, claro un cachorro que nos comerá mientras dormimos...jajaja, no lo se, eso del Toreador, digo ensuciar el piso con su sangre no suena nada artístico de mi estilo... Daniel lo dijo, hay de todo tipo de personas en un clan, aunque al final por algo pertenecen al mismo"- me encogí de hombros, mirando el contenido de la caja.

Sonreí mirando los bastidores, no pintaba, no me gustaba y tampoco podía hacerlo a voluntad como antes. Leí la carta, termine de leerla y un suspiro escapo de mi -"Es curioso, el lugar me gusta igual parece que ni Daniel confía en Sofia... "- sonreí negando ligeramente con la cabeza, me acerque al teléfono tomando una silla para marcarle a mi mentor. Supongo que tenía que hacerlo pronto, antes del amanecer, que ya no faltaba mucho.

La voz en mi cabeza tenía razón, siempre había sido de las personas mas cuidadosas y precavidas que había conocido. Cuando escuche la grabación entrar sentí un par de emociones encontradas, me daba alivio que Daniel no estuviera sería mas fácil hablar sola y decir lo del príncipe que no dudo Sofia le vaya a comentar, aunque por el otro lado me preguntaba el porque no había contestado.

El sonido al final de la voz me saco de mis pensamientos -Hola Daniel- me senté colocando el teléfono en mis piernas -lamento la hora pero acabo de llegar de mi presentación, sabes fue mas peculiar de lo que pensé- hice una pequeña pausa -a ella no le agrada mucho Sofia y creo que yo tampoco después de mi presentación, el príncipe es algo duro con los Malkavians al parecer, pero nada que no pueda manejar- agregue con tono alegre, lo último que deseaba era preocuparlo -el príncipe me trato bien, él no da miedo como el de la otra ciudad, aun así seré precavida y me comportare- me reí en voz baja -el departamento es muy lindo y gracias por todo lo que hay aquí, se ve como siempre que cuidaste todos los detalles- sonreí ante eso, Daniel siempre era impecable en todo -conocí al velador, es un sujeto muy curioso me agrado, en fin no falta mucho para que salga el sol, espero todo vaya bien por allá, saluda de mi parte a Fork, dile que se cuide y tu también hazlo por favor, saben que los quiero, no se preocupen esta todo bien, en la noche iré con la primogénita para saber el resto de las reglas, todo bien conmigo, espero igual allá, Muroth fuera- me reí y colgué el teléfono.

Tome el estuche del violín y me dirigí a la habitación -"No me gustaría tener que mudarme solo por Sofia, pero sino le agradamos... no es bueno que un vástago al que no le agradas conozca tu hogar, ¿no?"- pregunte a la voz en mi cabeza mientras me dirigía a la habitación.

Comencé a sentir mi cuerpo mas pesado, sacudí mi cabeza apartando todas las ideas -"El día se acerca"- comente a la voz en mi cabeza, mientras abraza mas el estuche del violín entre a la habitación la cerré detrás de mi, acostándome en la cama boca arriba con el estuche a un lado.

-No lo se, por Cain que no lo se... pero este lugar es tan lindo- cerré los ojos suspirando, al menos en la soledad de mi habitación sentía que me era permitido hablar en voz alta, el sonido, aunque solo fuese mi voz, el silencio en casa, será una cosa tan común a partir de hoy y estoy tan desacostumbrada a ello -María de las Nieves, rompe la temática de Alicia y el país de las maravillas, pero suena bien- abrí los ojos observando el estuche de mi violín -solo nosotros.